Esta ruta no ha sido loca ni de misterios luminosos, pero ha sido una de esas que dejan muy buen recuerdo y mejor sabor de paladar: carreteras guapas, paisajes de sierra, tarde soleada, rico bacalhau, lugares sorprendentes, …

Sábado 25 de enero de 2025, punto de encuentro en gasolinera Repsol de Villamayor a las 9:45 para salir chispeando tras la estela de la Yamaha del Chispa hacia Ledesma, presa de Almendra, Fermoselle y Bemposta para tomar café y un poco de calor de chimenea en el apeadeiro ferroviario de Urros, es decir, en el cruce de la N221.
Pasando la presa nos sorprendió la lluvia y nos dejó un poco mojados, con lo que al pie de la lumbre del café calentamos manos, pies y orejas. Lo cierto es que la predicción del tiempo no era de las mejores, pero aquí entra la esencia motera de los meseperos que no se arredran con el pronóstico previsto, más bien confiamos en que pronto saldría el sol y tendríamos buena travesía. Y así fue, aunque en algunos mementos las rachas de viento incomodaron la marcha, aunque sirvió para airear las armaduras.

Con sol y secos continuamos por Variz, Sao Martinho do Peso y Algoso por una carretera entretenida de buen piso y travesías empedradas en los pueblos. A la altura de Algoso nos desviamos a la izquierda para tomar otra pista local bien asfaltada y que a simple vista no aparece en el Maps, muy gratificante y muy recomendable: curvas, desniveles pronunciados, paisaje de montaña, … Una preciosidad. Pasamos por el ponte sobre o rio Maças hasta llegar a Avinhó, Matela y continuar hasta Santulhao para coger la N317 que nos llevaría a Izeda a través de un enorme mar de olivos centenarios.
En la rotonda de la N317 y N217 está el Lagar Cooperativo Olivicultores Regiao de Izeda, lugar previsto para tratar el asunto del aceite exclusivo de la zona y que es melhor que ninguno. Estaba cerrado al público si bien hablamos con un paisano que comentó que el aceite está aún decantándose y que estará listo para marzo abril, aunque no conseguimos sacarle un precio. Vamos, que pensamos en encargar un palet si hacen buen precio.

Buena carretera la N217. Hacemos una parada en Morais para comprar un pan enorme y como íbamos bien de hora, seguimos por N217, este tramo pide un reasfaltado, hasta Gnaisses de Lagoa: punto curioso de ver por las cascadas de varios arroyos que confluyen en el río Sabor y por una enorme roca del antiguo continente Laurasia formado por la desintegración del supercontinente Pangea. Si tenéis alguna duda preguntad al Chispa.

Pasado el viaducto del Sabor, uno de tantos que pasamos, y cogemos la N216 para desviarnos a Porrais y llegar a tiempo al Apolinario y antes de sentarnos a la mesa ya teníamos servida la sopa. Llega el bacalhau y los ojos se salen de las órbitas, buena ración y exquisito como siempre. Acabamos con un pudin, el café y tertulia sobra la patria.

Tomamos la grata N215 hasta la IC5, que atravesamos para llegar a Cerejais. Por allí está el Santuário do Imaculado Coração de Maria dos Cerejais y la capela da Loca. Un sitio que si no es por el gps mental del Chispa nunca lo hubiéramos conocido. Paisaje precioso desde lo alto del valle del Sabor, todo verde, agua por todos los sitios, curiosos hitos de viacrucis por el camino.

Con el tiempo medido y sin esperar a apariciones o misterios luminosos, volvemos a la IC5 para sortear más viaductos del Sabor hasta el apeadeiro para el café de la tarde. Entramos a España por Bemposta, Fermoselle, Bermillo de Sayago y Almeida. Aquí nos desviamos a Viñuela de Sayago, Santiz, Torresmenudas y Villamayor con las primeras luces de la noche, llegando a casa a las 19:19, cansados y con la enorme satisfacción de haber disfrutado de una buena ruta.

Hemos rodado 404 km con 3 motos y 3 meseperos: Jesús Chispa, Santiago Monleón y Luis Con.
Fotos de Jesús y Luis http://www.moterossinprisa.com/MSP/galeria-2024/nggallery/album/loca-25-01-2025

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